Dimensiones del ser docente
Las dimensiones constitutivas del ser docente, son entendidas como aspectos que permiten dicha acción formadora, transformadora y que se van constituyendo, consolidando, desplegando y entrelazando a lo largo de toda la trayectoria de cada docente. Según el autor Rafael Cura estas dimensiones se entrelazan con tres condiciones esenciales para este proceso y son tomar conciencia de este rol formador, querer serlo personalmente y esforzarse por llevarlo a cabo en cada oportunidad.
Dichas dimensiones del ser docente son:
1. Dimensión ontológico profesional: Esta dimensión hace referencia filosófica a que el ser de cada ente está determinado en el obrar del mismo, en la actividad de la enseñanza, la concepción y la postura filosófica sobre el ser de todo profesor se encuentra en la base fundante del propio desarrollo práctico de su actividad profesional.
2. Dimensión psicológica: El campo de la psicología y más específicamente, la psicología de la educación y la psicopedagogía configuran esta dimensión, por una parte se encuentran las características propias que la personalidad de cada docente pone en juego, pero, por sobre todas las cosas, es pertinente otorgar valor a los procesos psicológicos puestos en juego en todo proceso formativo.
3. Dimensión cognitiva: Esta perspectiva del ejercicio de la práctica docente hace referencia al enfoque sobre el aprendizaje que anima el desempeño del profesor, es el fundamento que orienta el modo de organizar la enseñanza.
4. Dimensión epistemológico curricular: La propuesta formativa que cada profesor lleva a cabo depende sustantivamente del modo en que organiza el currículum, es decir, el conjunto de contenidos, saberes, datos, procedimientos y habilidades de cada proyecto de aprendizaje. En este sentido, es relevante en toda propuesta de enseñanza la selección, la jerarquización y la estructuración de contenidos, pero más aún es determinar el modo epistemológico que el equipo académico considera pertinente que deben organizarse dichos saberes, a los efectos de brindar un planteo formativo pertinente.
5. Dimensión didáctica: La didáctica es otra dimensión principal del ser docente y de su práctica, pues está presente implícita y explícitamente en el ejercicio de toda enseñanza. Esta dimensión es lo sustancial de su actividad como profesor, por ello, cada profesional de la enseñanza comprende en sí un conjunto de saberes, suposiciones y planteos teóricos que guía y orienta dicha enseñanza puesta en práctica.
6. Dimensión organizacional: Uno de los aportes más significativos del intercambio social es la conformación de organizaciones o instituciones, donde colectivos humanos con fines comunes desarrollan parte de su vida con misiones y funciones que refieren a expectativas y anhelos vivenciales. El ser docente se configura en esta dimensión de acuerdo al ambiente organizacional en el que está inmerso.
7. Dimensión socio político cultural: Se entiende en relación al contexto social que lo rodea y a quien tiene que brindarse. Allí los aspectos culturales y socio políticos guardan relevancia para fortalecerla y ampliarla con el desarrollo de los productos culturales, fruto de la vida intelectual de sus integrantes y de la generación de conocimiento pertinente en función del quehacer cotidiano de dicha comunidad. Todo docente es un agente cultural y su deber y actuación está en función de ser parte de una institución que diariamente lo demanda e inquieta.
8. Dimensión ética y deontológica: El ser docente deviene en una ética docente. Las características del comportamiento profesional de la actividad académica tiene su fundamento en el propio ser y éste determina qué es pertinente en el desarrollo de sus prácticas educativas. Ello implica un conjunto de facetas que tienen como raíz un particular trabajo con su propio ser humano, de perfeccionamiento, moldeamiento, dominio de sus capacidades y mejoramiento continuo a fin de que sobre ese enriquecimiento y desarrollo pleno de su vida personal y profesional pueda intervenir adecuadamente en la orientación de los alumnos con quienes se encuentra, para que los mismos puedan alcanzar su propia plenitud.
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